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Adaptar una vivienda puede implicar diversas acciones. Porque no nos damos cuenta de la cantidad de obstáculos que podemos tener hasta que lo son. Por eso una persona de movilidad reducida puede precisar cambios.

Gracias a nuestra experiencia en este tipo de reformas podemos explicarte algunos de ellos. Así, si alguna vez necesitas una adaptación, verás las cosas de otra manera.

Las posibles trampas que te pone tu casa

Todos podemos ser víctimas de las trampas de una casa en un momento dado. Podríamos tener un accidente, rompernos algún hueso o algo más definitivo. Esperemos que no sea así, pero nadie está exento.

Cuando esto pasa, descubrimos que quizás nuestro hogar ya no está de nuestra parte. Como tener al enemigo en casa. Nuestra bañera, la puerta de la habitación o ese escalón, casi imperceptible, para entrar a la cocina.

Y si vas en una silla de ruedas ¿dónde das la vuelta? Sin duda son necesidades que antes no te habían surgido y que ahora te parecen inviables. Pero no te enfades con tu casa, mejor le ponemos solución.

¿Qué implica adaptar una vivienda?

Adaptar una vivienda puede suponer tantos detalle como tú quieras añadir. Aun así, hay cosas básicas que vas a necesitar. En general, la altura de una persona que va sentada no es la misma. Y su anchura, con la silla, tampoco.

Por eso, lo primero que deberíamos ver es si llega o no a manipular enchufes o llaves de la luz. También en los armarios se pueden incluir barras abatibles y otros formatos para facilitar su uso.

Sin embargo, las zonas más sensibles son el baño y la cocina. En el baño debe quedar espacio suficiente para dar la vuelta, con silla y todo. Además de barras o elementos para sujetarse.

Ya no tiene sentido que el espejo o el lavabo estén tan altos y, por supuesto, una bañera tampoco. Aunque, al poner el plato de ducha o una mampara, la instalación debe ser concienzuda.

El plato no puede depositarse sobre el suelo ni tampoco los raíles deben suponer un obstáculo. Todo debe quedar integrado y al nivel para facilitar el acceso lo más posible. Es decir, una adaptación no es una reforma cualquiera.

La reforma de la cocina para adaptar una vivienda a una silla de ruedas

Es cierto que cuanto mayor sea la adaptación más autonomía tendrá la persona en cuestión. Pero también depende de si va a convivir con alguien. Porque esto lo complicaría un poco. Sobre todo en el caso de la cocina.

Piensa que puede haber una diferencia considerable entre alguien que va en una silla y otra persona erguida. Por eso hay que estudiar bien los cambios que se quieren llevar a cabo.

Por ejemplo, adaptar la cocina no sería complicado. Se baja la encimera y se busca mobiliario más versátil. Retiramos los muebles altos y listo. Pero para una persona de estatura media sería muy incómodo usar dicha estancia.

Mientras que el baño podría ser funcional para ambos. O mejor, contar con dos baños y que cada uno estuviera adaptado a un individuo. En Bocana Obras podemos adaptar una vivienda a todo tipo de necesidades ¡llámanos!