Skip to main content

Muchos han oído hablar de los proyectos de llaves en mano, sin embargo, no todos saben lo que es. Pues bien, su definición es tan simple como explicar que se trata de un contrato en el que el cliente recibe la vivienda lista para su uso y funcionamiento, es decir, para poder vivir desde ese mismo instante con todas las prestaciones, habiendo encargado todo lo necesario al contratista con la finalidad de evitar desembolsos adicionales.

Una de sus grandes ventajas es que el cliente no tiene que negociar con ingenieros, arquitectos, etc. Este coordina únicamente con el contratista ahorrando esfuerzo y tiempo a la hora de administrar trámites y conseguir licencias y autorizaciones para la construcción de la vivienda.

Características de contratar proyectos de llaves en mano

Los proyectos de llaves en mano deben cumplir ciertas características para asegurar la satisfacción de todas las partes que intervienen, en este caso el contratista y el cliente:

  • El precio total de la obra y el tiempo de realización deben estar cerrados.
  • El diseño y su construcción se llevan a cabo por una misma empresa.
  • La obra se debe contratar en su totalidad por un único contrato.

Obligaciones de un proyecto de llaves en mano

Al igual, que este contrato se rige por unas características, también debe tener unas obligaciones. Es por ello que el proyecto de llaves en mano debe:

  • Mostrar el diseño de la obra.
  • Contar con la implementación de los elementos tecnológicos que forman parte de este.
  • Encargarse de obtener todos los permisos y licencias que exigen las autoridades del territorio.
  • Hacer entrega de la obra en la fecha acordada.

Por otro lado, el cliente o contratante también debe cumplir su parte de obligaciones:

  • Hacer previamente el pago pactado.
  • Colaborar con el contratista en la medida de lo posible para que este pueda obtener los permisos y licencias.
  • Ofrecer todas las facilidades convenientes al contratista para acceder a la obra.

Ventajas

Estos contratos ofrecen unas prestaciones muy positivas y ventajosas a quienes deciden recurrir a ellos, por lo que cada vez son más populares.

  • Se reduce el riesgo financiero. El precio está definido y cerrado en el contrato desde el principio por lo que, aunque existan variaciones, no afectarán al contratante.
  • Hay un plazo de entrega fijado En estos contratos se establece la fecha de entrega.
  • Existe un control completo. Al realizarse todo con la misma empresa, estas exigen un control integral del proyecto.
  • Los tiempos de entrega son menores. Al existir una mayor coordinación entre los equipos, se optimiza el tiempo de finalización y de obras.
  • Los conflictos o altercados disminuyen. El hecho de que sea la misma empresa quien lo gestiona todo y ser referente en el sector, el cliente evita preocupaciones de gestión, comunicación y contratación.

Todas estas características, obligaciones y ventajas hacen que, para los usuarios y clientes, estos proyectos sean muy atractivos puesto que evitan la parte incomoda de la realización de una obra como los papeleos, negociaciones o supervisiones.

Diferencia entre precio cerrado y llave en mano

Aunque sean muy parecidos los contratos de precio cerrado en una obra y los de llaves en mano, pueden llegar a generar malentendidos entre la parte contratante y el contratista ya que no son lo mismo.

Como hemos explicado anteriormente, un contrato de proyecto en mano te permite entrar directamente en la vivienda para hacer uso cotidiano y normal de esta, por lo que en este tipo de contrato también entra el mobiliario, la vajilla, electrodomésticos como la lavadora, decoración, etcétera.

Mientras que un proyecto de precio cerrado es aquel en el que se pacta el precio para la obra y se tienen en cuenta los niveles de riesgo de este, por lo que el constructor asume los posibles inconvenientes.