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Historia del nacimiento de las Alquerías clásicas

Para iniciar una rehabilitación de Alquerías, primero hay que saber un poco de historia sobre estas.

Antiguamente una alquería era una pequeña comunidad rural, que estaba conformada por una o varias familias. Estas habitaban la alquería para dedicarse a explotar las tierras de los alrededores, así como también llevaban a cabo actividades ganaderas.

Durante el siglo XVIII, la sociedad valenciana tuvo un período de cambios, entre otros por la destrucción del sistema político foral, crecimiento económico y demográfico a finales de los años 1700.  En este periodo, Valencia junto con el resto de España entró en un nuevo tiempo. Como consecuencia, los nuevos tiempos dieron lugar a transformaciones sociales, territoriales, en la ciudad, campo y en las huertas valencianas.

Entre los años 1800 y 1850, las formas de la propiedad de la tierra sufrieron cambios con la desamortización de los bienes eclesiásticos. Además la progresiva desaparición de las grandes propiedades señoriales. Y es debido a esto, que en la actualidad, la ubicación de la ciudad de Valencia es totalmente diferente. Se debe a la instalación de las sociedades.

Las dimensiones de las huertas, están incluidas en el territorio de la ciudad. Aunque  hay una gran distinción con el territorio de la Antigüedad. La ciudad de Valencia, ha tenido un fuerte proceso de urbanización e industrialización. A causa de que las explotaciones agrícolas se hacían anteriormente en ese suelo y se han ido perdiendo.

Debido a todo este movimiento, las alquerías comienzan a adquirir su sentido más actual. Siempre han sido más abundantes  dentro de las huertas valencianas, sobre todo en tierras de regadío. Actualmente se sabe, que las Alquerías han desaparecido debido a diversos factores, sobre todo por falta de uso o despoblación. Pero dentro de la región, siguen en pie algunas con el formato de molinos o talleres.

Por motivos de política urbanística expansionistas, las pocas alquerías que persisten tienen un valor económico codiciado. La gran parte de alquerías existentes, están amenazadas de ruina. Aunque algunos están dispuestos a recuperarlas por el cariño y la historia que tienen. Hay quienes han podido restaurar algunas de carácter privado como vivienda, la mayoría las tienen como segundas residencias. Y otros la han adaptado al turismo rural, como por ejemplo aquellas que se restauraron para el ramo de la hostelería, alojamientos, centros culturales o museos.

Restaurar Alquería Valencia

Para poder iniciar una obra de restauración de la clásica alquería valenciana, primero hay que entender cómo se componen la mayoría.

La planta de la alquería valenciana es un rectángulo, en el que la mayoría de veces se le unió otro perpendicular, formando así un ángulo recto. Otras están formadas por dos cuadrados e incluso existen otras de plantas irregulares.

Así mismo las fachadas casi siempre suelen ser lisas y en su parte delantera se pueden apreciar una o dos filas de ventanas. Las alquerías valencianas más antiguas, suelen tener perfiles tribolados divididos por parteluces.

Por otra parte la puerta tiene un arco de medio punto. Si nos adentramos en la primera planta, se encuentra casi siempre un estudio o habitación matrimonial. Y al fondo de esta primera planta, está el hogar junto a una gran chimenea con campana.

Finalmente, cabe destacar que los techos de las alquerías valencianas, siempre fueron de tejas morunas.

Proyecto para restaurar una alquería valenciana

Hay que considerar especialmente la puesta en valor de la alquería a restaurar. Ya que suelen ser las más atractivas de la arquitectura rural desde los siglos XIV.  De todos modos, debemos analizar sus distintas ampliaciones o transformaciones antes de iniciar con un plan de restauración.